Continuando con el relato acerca de esta maravillosa zona privilegiada ampliamente por la naturaleza, cabe destacar que la isla tiene ocho kilómetros de largo y un poco más de un kilómetro y medio de ancho, y se la puede recorrer a pie o con vehículos 4×4 contratados en el hotel con un muy amable guía chileno que, en español, relata las particularidades del lugar.
Las playas de arena blanca, acantilados, lagunas de agua dulce y el terreno cubierto en gran parte por frondosos mantos de tussac (pajonales de plantas naturales) protegen el hábitat de muchas de las variadas especies faunísticas, que incluyen las 47 especies de aves que se pueden observar en la isla, 4 especies de pingüinos que allí nidifican -de Penacho Amarillo, Papua (Gentoo), Magallanes y Rey-, 5 tipos de aves de rapiña, elefantes marinos y lobos de mar que tienen sus crías en las extensas y ventosas playas.
Durante el año se producen avistamientos de visitantes esporádicos como grupos de ballenas Orca, otras ballenas y focas Leopardo circulan costa afuera en la zona donde los elefantes y leones marinos. De vez en cuando también se avistan otras ballenas y focas leopardo.
En el extremo sur de la isla, sobre el monte Toro, hay un monumento que recuerda el ataque al Destructor Tipo 42 HMS Sheffield, que el 4 de mayo de 1982 fue alcanzado por uno de los dos misiles Exocet AM-39 disparados por los aviones Super Étendard de la Marina Argentina (matrículas 3-A-202 y 3-A-203), al mando del capitán de Corbeta Augusto Bedacarratz y su numeral, el Tte.de Fragata Armando Mayora, respectivamente. El buque finalmente se hundió el 10 de mayo, cuando era remolcado al sudeste de las Islas.
Vía: El Litoral
Imagen: Easy Viajar