La británica Premier Oil alcanzó un acuerdo por 1.000 millones de dólares para intentar transformar a las Islas Malvinas en un productor de petróleo, una medida que podría aumentar las tensiones con Argentina por el control de la soberanía.
Argentina, que hace treinta años se enfrentó en una guerra con Gran Bretaña sobre las islas, reclama las Malvinas como propias y se ha opuesto a la exploración de petróleo allí.
Premier dijo el jueves que se asociaría con Rockhopper, firma que descubrió petróleo en las Malvinas en el 2010, con una suma inicial de 231 millones en efectivo y le proporcionaría alrededor de 770 millones de dólares para ayudar a construir infraestructura.
«Vemos esta transacción como muy positiva para Rockhopper, aunque el pago por adelantado parece ser algo ligero, mientras resuelve un problema de financiación importante para la compañía con respecto al desarrollo de Sea Lion», dijeron analistas de Westhouse en un informe.
Las acciones de Rockhopper, que ha estado buscando un socio que le ayude a desarrollar el yacimiento Sea Lion ubicado cerca de 120 kilómetros al norte de las Islas Malvinas, subían un 0,3 por ciento, a 274 peniques a las 0943 GMT, recortando ganancias iniciales en torno al 15 por ciento.
Premier minimizó las preocupaciones sobre la inversión en el proyecto, que ha llevado a Argentina a amenazar con acciones legales contra las petroleras que operan en las islas al considerar «ilegal» la perforación.
«No quiero sonar irrespetuoso, pero francamente la industria petrolera tiene que lidiar con este tipo de riesgo político, de disputas fronterizas, de territorios en todo el mundo», dijo el director de Finanzas de Premier, Tony Durrant, a Reuters.
Se espera que se empiece a bombear petróleo en las Malvinas a mediados de 2017, dijeron los socios, lo que no sería bien recibido por Argentina, que en un intento por impulsar su propia producción de crudo nacionalizó a la petrolera YPF en abril.
Vía: Economía
Imagen: Fernando Berdugo