Un caso que puede sentar precedente para Malvinas se ha vivido en esta semana, considerando que como fallo de un complicado proceso judicial, se determinó que el Reino Unido no es culpable de haber quitado su territorio a los antiguos habitantes de la isla Diego García en el Océano Índico a mediados de la década del ´60.
En concreto, todo comenzó cuando por aquella época, Gran Bretaña expulsó a través de la fuerza a los 2.000 habitantes de la isla anteriormente mencionada, aprovechando luego para alquilar el lugar a Estados Unidos, a fin de que este país instale allí una base militar con rápido acceso a Asia y África, y logrando ganancias para ambos.
En 2010, como consecuencia de aquel accionar olvidado en el tiempo por muchos foros y agrupaciones internacionales, el Grupo de Refugiados de Chagos, que nuclea a los sobrevivientes de la población original expulsada y sus descendientes, denunció en Londres al Reino Unido por no permitirle regresar a sus tierras a esta comunidad pesquera.
La cuestión es que el Reino Unido permite el regreso de los chagosianos a las tierras, pero reservando el derecho de la explotación marítima sólo a Estados Unidos, con lo que muchos de estos descendientes ya han advertido que “algunos no podrán ser capaces de sobrevivir si se nos saca nuestro derecho a la pesca”.
El problema para los europeos puede ser, en este caso, que como alguna vez mencionó el canciller argentino Héctor Timerman, “el Reino Unido se escuda en el principio de libre determinación como una excusa para no negociar la Cuestión Malvinas”, considerando que salvo en este caso, siempre se ha movido como en el de los chagosianos.
Vía e imagen: Télam