A una semana de los 30 años de la guerra por Malvinas, en el Reino Unido surgió una decena de nuevos libros y se reeditaron otros 13. Reproducen la campana británica de la guerra, con versiones poco escuchadas en Buenos Aires ya que suelen ser títulos que no se consiguen en Argentina.
Muchos están narrados en primera persona, como si fuesen diarios personales. Tal ese el caso de «Storming in the Falklands» (Tomando las Malvinas) de Tony Banks. El autor es un ex paracaidista escocés que tenía 21 años durante la guerra.
Allí cuenta, por ejemplo, que soldados argentinos que tomaron una escuela flamearon una bandera blanca de rendición para que los británicos se acerquen con la guardia baja y fusilarlos. Banks también cuenta historias sucias del lado británico.
Revela que en una misión les ordenaron no tomar prisioneros; y detalla el caso de un argentino que se había rendido y clamaba por su vida. Como tenían que seguir hacia Puerto Argentino lo taparon con una sábana, le dispararon y luego le clavaron una bayoneta.
Ian Gardiner integró el selecto grupo 45 Comando de la marina real británica. En «The yompers» hace un repaso por su participación en la guerra y realza el papel que tuvo su grupo en las batallas finales de la guerra, antes de tomar Puerto Argentino.
«No puedo entender por qué el gobierno democrático argentino quiere colonizar a los habitantes de Malvinas. En nuestro país le dimos la libertad a nuestras colonias hace mucho tiempo. Pero su gobierno parece que quiere retroceder cien años. ¿Por qué tantos argentinos apoyan esta idea que va en contra de la carta de las Naciones Unidas sobre la autodeterminación de los pueblos?», planteó.
«Ordinary heroes» (Héroes comunes) es el libro de Christopher Hilton que recopila historias de ex combatientes de todos los rangos. Los entrevistó después de 1982 y hace hincapié en los traumas que causó la guerra: acentúa que murieron más soldados después del conflicto que durante los combates. La disparidad entre ambas fuerzas era notable.
Desde el lado británico contaban con soporte tecnológico. Así lo reconoce el mayor Thorp en «The silent listener» (El oyente silencioso). El autor había sido entrenado durante la guerra fría y era especialista en comunicaciones electrónicas. En Malvinas aplicó sus conocimientos y admite que interceptaba las radios para captar los movimientos de las posiciones argentinas por adelantado.
Entre los flamantes libros hay uno que no está relacionado con el frente de batalla. «They couldn’t have done it without us» (Ellos no podrían haberlo hecho sin nosotros) describe el rol de la marina mercante durante la guerra.
Vía: Los Andes
Imagen: SeaFarerBooks