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Las Islas Falkland, son una aventura fuera de lo común. Ofrecen un medio ambiente natural con un entorno no contaminado. Son tan ideales para descansar como para los que buscan aventuras al aire libre. Los animales silvestres se encuentran en todas partes y es posible observar a las ballenas cerca de las costas.

Situadas en el Atlántico Sur, con dos islas principales y cientos de otras pequeñas islas, son un territorio británico de ultramar y están bajo el mando de un Gobernador responsable de la defensa y las relaciones exteriores.

Puerto Stanley -la capital de las Islas- tienen tres mil habitantes, la mayoría de ascendencia inglesa, mezclados con inmigrantes franceses, escandinavos o chilenos.

El clima es marítimo y su ubicación subantártica promete siempre temperaturas frías en invierno y templadas en verano. El suelo es pedregoso y la vegetación se corresponde a la de la tundra.

Las Islas son un paraíso para los observadores de aves, de los últimos que quedan en el mundo, con colonias enormes de los pájaros más exóticos del mundo. Los pinguinos y albatros son una compañía permanente. Los barcos que navegan las costas suelen encontrar rápidamente la compañía de delfines y ballenas.

Hay alrededor de quince restaurants que preparan una exquisita comida local compuesta principalmente por pescado, cordero, vieiras, mejillones, truchas de la zona, bacalao y calamares. Otra especialidad es el paté de ganso y las bayas.

Se puede llegar por avión desde el continente aunque lo más común es llegar a través de Cruceros que regularmente siguen viaje hasta la Antártida, siendo las Islas una de las paradas obligadas por los atractivos que brinda al turista.

Vía: Gilroy Dispatch
Imagen: Viajeros

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